Nuestra semana cultural dedicada a los viajes nos muestra a una mujer/ hombre, que se dispone a dar un paso.
Una acción básica de desplazamiento humano.
Como un peregrino va con un equipaje ligero.
En una mano un móvil que le comunica con el mundo y en la otra una maleta como la de tantos inmigrantes.
Pero la mayoría de todos nosotros somos turistas... y con un poco de suerte podemos disfrutar de la cultura de otros países.
Si por un momento nos pusiéramos en las zapatillas de un refugiado la cosa cambiaría y quizás nos daríamos cuenta del sentido de la Vida.
De los derechos humanos.
De nuestra solidaridad.
De nuestro compromiso sin muros.
Sobre su cabeza un gran signo de interrogación. No quiere significar "la duda", la incertidumbre, cualquier signo de irritación , malestar , miedo y deseo- el pan nuestro de cada día-sino la pregunta básica de nuestra condición en el Planeta.
En nuestro periplo por la vida hasta que la muerte nos une; aprendemos a interactuar positivamente demostrar nuestra capacidades y ponerlas al servicio de los demás.
Nuestro viajero no sólo aprende a desplazarse por el mundo afrontando las situaciones que se le presenta, también busca en su interior con benevolencia y persistencia un equilibrio, un centro que le permita ser, estar disponible ante situaciones adversas.
De su esencia suenan palabras con un significado vital:
Amor, Alegría, Silencio, Ahora...
