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La fiesta de Navidad corresponde a un fenómeno cósmico. El sol pasa por los cuatro puntos cardinales: equinocio de primavera, solsticio de verano, equinocio de otoño y solsticio de invierno. Durante estos periodos se produce en la Naturaleza gran afluencia y circulación de energías que ejercen influencia sobre la Tierra, un Ser vivo inteligente, y sobre todos los seres que la pueblan: Las plantas, los animales, los humanos. En la fecha de Navidad tiene lugar el naciente del principio Cristico, de esta Luz y de este Calor que van a transformarlo todo. Como expresan los villancicos en el Cielo los Ángeles cantan, los Maestros se reúnen... pero en la tierra ¿ Qué hacemos nosotros? ¿Dónde estamos?
En la actualidad hay 22 países en guerra con 3000.000 niños soldados. Dieciocho millones de parados en la Unión Europea. Mil millones de desempleados y subempleados en el mundo. Sobrexplotacion de los hombres, mujeres y niños. Empresas sin esccrupulos depredan el medioambiente esquilmando las riquezas naturales que es un bien común de la humanidad. La tala de bosques en todo el mundo a un ritmo por el que desaparecen 36 superficies boscosas tan grandes como un campo de fútbol cada minuto.Criminalidad económica ligada al mundo financiero. Aunque la producción mundial de alimentos básicos equivale a más del 110% de las necesidades del planeta, treinta millones de personas siguen muriendo de hambre cada año y más de ochocientas mil sufren malnutrición. Las rentas de los ricos son 82 veces superiores a la de los pobres.
Y ¿Todo esto que tiene que ver conmigo? Os preguntareis. Quizás alguno pase incluso de la pregunta.
Debemos saber que nuestra forma de vida y comportamiento está relacionado con otras personas y con el entorno. Paradójicamente abrimos las puertas a los invitados más mortíferos: consumo compulsivo,hiperterrorismo, fanatismos religiosos, redes mafiosas, corrupción a gran escala,extensión de nuevas pandemias: Sida, virus del Ebola, enfermedad de Creutzfeld-Jakob (...)
Abrimos las puertas a seres oscuros y cerramos las fronteras con muros a " los sin papeles". Usamos cuchillas en las concertinas en lugar de hacer una reforma migratoria integral. El hambre, la desesperación, el sano deseo de prosperar y darnos como seres humanos una oportunidad se ve truncado por la represión y el miedo desde el supuesto " mundo feliz" que nos venden los gobiernos sin piedad, ni empatía ni compasión, ni conocimiento.
¿Cómo podemos aportar nuestro granito de arena ante tales amenazas?
Quizás tengamos que empezar por tomar una decisión ante cuestiones pequeñas y cotidianas, cambiar de rumbo...Y comprender y hacer descender al campo de los sentimientos las cinco virtudes de la
Estrella de Navidad:
Bondad, Justicia, Amor, Sabiduría y Verdad.
